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Ocurre hoy, lunes 11 de junio, a las 4 de la tarde: el pueblo venezolano tiene una cita con la democracia bolivariana. Más que un requisito legal es una fiesta, porque ya estamos acostumbrados a hacer del registro de la candidatura del comandante Chávez una celebración de nuestro sistema democrático.
Desde que recibió el sobreseimiento del presidente Caldera (1994-1999) el 26 de marzo de 1994, prometió que iría hasta las “catacumbas del pueblo” a buscar el apoyo de las venezolanas y los venezolanos. Comenzó a labrarse desde entonces una disciplina electoral que tiene sus cimientos en los principios democráticos recogidos en la Constitución Bolivariana.
El primer registro del candidato presidencial Hugo Rafael Chávez Frías ante el Consejo Supremo Electoral (CSE) ocurrió el 24 de julio de 1998. Se oficializó entonces la participación política del candidato del Movimiento V República. El 6 de diciembre de 1998 se concretó la misión asumida 5 meses atrás: el presidente Chávez resultó ganador en los comicios electorales con el 56,2 por ciento de soporte electoral (3.673.685 votos). Sin embargo, la posterior aprobación popular del Proyecto Bolivariano, recogido en la Carta Magna, el 15 de diciembre de 1999, hizo necesario un nuevo compromiso: la legitimación de los poderes públicos.
El candidato presidencial Hugo Chávez se registró ante el Consejo Nacional Electoral, por primera vez como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en ejercicio, el 16 de marzo de 2000. En aquella contienda electoral, celebrada el 30 de julio, el apoyo popular no hizo más que crecer: obtuvo la relegitimación con un abrumador 59,76 por ciento de los votos (3.757.773). Durante este período ocurrió la primera gran prueba a la Constitución Bolivariana, cuando la oposición finalmente se plegó a la Carta Magna y recolectó las firmas suficientes para convocar el primer referendo revocatorio de la historia del país. “Hoy es un día de victoria para esta Constitución. ¡Cómo nos ha costado que la oposición entre por este redil de la democracia! Me alegra que estén haciendo uso de las grandes ventajas de la democracia participativa”, expresó el Presidente en cadena de radio y televisión el 3 de junio de 2004, fiel al espíritu de la Constitución Bolivariana. El 15 de agosto de ese año, se libraría la llamada “Batalla de Santa Inés”, con una estruendosa victoria del “No” (no revocar el mandato) con el 59,1 por ciento de los votos.
El pueblo venezolano aún recuerda la tormenta de papelillos y apoyo popular que acompañó al candidato Presidente a su inscripción en el Consejo Nacional Electoral (CNE) por su primera reelección presidencial, el 12 de agosto de 2006. “¡Llegó de nuevo el huracán bolivariano!, ¡llegó de nuevo la marea roja!”, exclamó el comandante Chávez desde la plaza Caracas, antes de acudir al organismo electoral, aupado por miles de seguidores. “No tengo la menor duda cuando lo digo: el Poder Electoral y más acá el sistema electoral venezolano, y más acá el organismo rector de ese sistema electoral venezolano, es uno de los mejores del mundo”, sostuvo Chávez esa tarde, desde la sede del CNE. Esta nueva prueba para la democracia bolivariana fue superada con un registro récord: el 3 de diciembre de 2006 Chávez es reelegido con el 62,84 por ciento de la votación (7.309.080 sufragios).
Movilizar 10 millones de corazones venezolanos no es tarea fácil. Es la misma gesta que iniciaron los fundadores de la República. El reto, 200 años después, no es menor: garantizar la irreversibilidad de la Revolución Bolivariana y consolidar la independencia verdadera. El presidente Chávez lo dijo, enmarcado por la “puerta dorada” del Palacio del Pueblo, el pasado 24 de febrero: “Les vamos a demostrar una vez más este año, sean cuales fueren las dificultades, y lo digo desde mis entrañas, con cáncer o sin cáncer, con agua o sin agua, llueva, truene o relampaguee, ¡que nada ni nadie podrá evitar la nueva gran victoria patriótica del 7 de octubre de 2012!”. Comenzará pues, el lunes 11 de junio, el camino por un nuevo triunfo de la independencia: una nueva Batalla de Carabobo.
